El toque sanador de Jesús

La tierra humilde y la saliva son elementos básicos y esenciales para una de las curaciones de Jesús. La capacidad de curación no tiene por qué ser elaborada ni ostentosa. 

 

Ministerio de Sanación de Jesús      

 

El toque sanador de Jesús 

Miércoles, 29 de enero de 2025 

  

Un leproso se acercó a él y le rogó: «Si quieres, puedes limpiarme». Movido a compasión, Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero. ¡Queda limpio!» —Marcos 1:40–41 

  

La doctora Stephanie Buckhanon Crowder, erudita bíblica y mujerista [persona que lucha por la liberación de las mujeres, especialmente de las mujeres negras y de las minorías], describe el ostracismo social que causaban las enfermedades de la piel en la época de Jesús: 

  

La lepra era el término que se utilizaba para designar una variedad de enfermedades, desde el moho doméstico hasta la tiña, desde la soriasis hasta lo que se denomina la enfermedad de Hansen (la lepra moderna). El síntoma común era la ruptura de la piel. La impureza resultante y el estigma que la acompañaba impedían que la persona infectada participara plenamente en la sociedad. Para el hombre que ahora busca una cura en Jesús, esta barrera social es tan dañina como la enfermedad física. [5] 

  

El erudito bíblico Walter Brueggemann enfatiza que todos necesitamos el toque sanador de Jesús: 

  

[Jesús] lo tocó. Puso su mano fuerte sobre la piel herida. Se arriesgó a tocar la piel contagiosa y, por lo tanto, a volverse socialmente inaceptable y ritualmente impuro. Arriesgó todo eso en su compasión. Y el narrador dice: “¡Inmediatamente! La lepra lo dejó, y quedó limpio"... 

  

Ahora sé que esta no es tu historia. Supongo que eres como yo; es probable que ninguno de ustedes tenga lepra. Pero la lepra en la Biblia se convierte en una metáfora para todo tipo de enfermedades y disfunciones. 

  

Algunos de ustedes pueden ser VIH positivos y considerarla una enfermedad social con un estigma asociado, muy parecido a la lepra. 

  

Algunos de ustedes pueden tener una adicción que tiene poder sobre ustedes, muy parecido a la lepra. 

  

Algunos de ustedes están en un matrimonio difícil o al borde de un matrimonio fallido, muy parecido a la lepra. 

  

Algunos de ustedes han roto relaciones con un hijo o un padre, muy parecido a la lepra. 

  

Algunos de ustedes han tomado malas decisiones y desearían poder deshacerlas, pero no pueden encontrar la manera, muy parecido a la lepra... 

  

Toma esa lista, extiéndela hacia ti mismo. Y colócala toda bajo la “L” de lepra. La lepra es la amenaza que puede destruir el mundo, … porque una enfermedad así supera todas las barreras y deja a todos bajo amenaza. 

  

Brueggemann imagina a los sanados por Jesús cantando el Salmo 30:5, “El llanto podrá durar toda la noche, pero a la mañana llega la alegría”. 

  

Muchos leprosos siguen en la noche. Pero esperan a la mañana cuando llega la curación. Esta fe de … Jesús y la iglesia no es un código moral ni una ideología ni una disputa. Es más bien una representación de transformación, de lo viejo hecho nuevo, de lo perdido encontrado, de lo muerto hecho vivo. Y todo el cosmos está lleno del canto de los ex leprosos, los santos de Dios que dan testimonio que los dones del santo Dios son para la vida. [6] 

 

 

 

5 Stephanie Buckhanon Crowder, “Luke,” in True to Our Native Land: An African American New Testament Commentary, 2nd ed., ed. Brian K. Blount, Gay L. Byron, Emerson B. Powery (Fortress Press, 2007, 2024), 177. 

6 “The Song of the Ex-Leper,” in The Collected Sermons of Walter Brueggemann (Westminster John Knox Press, 2011), 331, 332, 333.

 

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