El camino místico

La hoja puede ser una puerta de entrada al ser tal como es, experimentando la naturaleza inefable e intangible del Gran Misterio. 

 

¿Qué es el misticismo?      

 

El camino místico 

Viernes, 14 de febrero de 2025 

  

El estado del misticismo nunca terminará, porque somos parte de él. Nunca nos sentimos en casa en otro lugar, sino solo en la serenidad y comodidad de nuestra comunión con Dios. Podemos intentar poner excusas para este estado, con la esperanza de que finalmente desaparezca y entonces seamos capaces de funcionar bien en el mundo “real”. Sin embargo, no solo nunca estuvo destinado a ser así, sino que ya no debemos anhelar lo que no somos. 

—Beverly Lanzetta, El camino del corazón 

  

La teóloga Beverly Lanzetta escribe sobre la naturaleza universal del anhelo místico: [11] 

  

En las tradiciones religiosas, la palabra “misticismo” se refiere a una experiencia directa de la Presencia Divina y a los niveles más elevados de unión con el Misterio Divino. También incluye el anhelo humano por lo supremo y el camino que sigue el alma hacia la intimidad con Dios. Esto implicaque la búsqueda mística es intrínseca a la naturaleza humana, que nuestras almas están constituidas para volverse hacia la luz divina como una planta se vuelve hacia el sol… El ímpetu de todo nuestro ser nunca descansa hasta que descanse en Dios. Este movimiento interno hacia la comunión divinaen lugar de nuestra distracción diaria es la esencia de la espiritualidad. Cuando nuestros corazones se desvían de la búsqueda de significado y amor, sufrimos. Cuando experimentamos el verdadero anhelo del alma, buscando la unión con lo divinoconocemos el significado de la vida misma y somos iluminados por la luz de la paz. 

  

Sin embargo, ¿no hemos intentado la mayoría de nosotros poner excusas a este profundo anhelo interior, esperando que finalmente desaparezca y podamos funcionar en el mundo “real”?... Nos decimos a nosotros mismos que no somos dignos de la comunión; que no somos capaces. Sin embargo, a pesar de nuestra negación, el latido místico del corazón nunca disminuye; su sangre vital corre por nuestras venas, llamándonos a casa. 

  

Cuando nos centramos en esta necesidad esencial, descubrimos la pasión del alma por pertenecer a Dios. Y es este insistente tirón del infinito lo que guía a nuestras almas en la búsqueda mística y nos obliga a abrir el corazón. 

  

Lanzetta nos anima a alimentar nuestro anhelo místico por Dios, a través de todos los desafíos que enfrentamos: 

  

A través de esta búsqueda de la devoción a Dios, a veces lamentarás haber abandonado lo que la sociedad considera necesario para la supervivencia material y profesional. Diariamente lucharás por reconciliar la tensión entre lo que es socialmente práctico y tu deseo de entregar tu corazón a la búsqueda. Entonces el falso yo se resistirá: “Debo ser práctico, debo ocuparme de mis necesidades de supervivencia, no debo dar demasiado”. Estas son las voces que obstruyen el deseo del alma, incluso cuando experimenta la luz interior y está consumida por una necesidad de amor.  

 

Sin duda, algunos considerarán que el anhelo espiritual es poco práctico. Pero, místicamente, la pasión por lo Divino es extremadamente práctica; de hecho, es lo único viable. Porque el anhelo del alma de descansar en Dios es la hoja de ruta y la clave para descubrir el verdadero yo. 

 

 

 

11 Beverly Lanzetta, Path of the Heart: A Spiritual Guide to Divine Union, expanded ed. with commentary (Blue Sapphire Books, 2015), 100–101.

 

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