Permita que la vida crezca y disminuya

Jenna Keiper, Leaves (detalle), 2021, fotografía, Nuevo México, usada con autorización. Jenna Keiper, Figura de Cristo de la oficina de Richard Rohr (detalle), 2021, fotografía, Nuevo México, usada con autorización. Jenna Keiper, Web (detalle), 2021, fotografía, Washington, utilizada con autorización. Jenna Keiper & Leslye Colvin, 2022, tríptico, Estados Unidos.  

  

Las imágenes de esta semana aparecen inspiradas en el arte de los trípticos cristianos/católicos primitivos: una forma triple que cuenta una historia unificada. 

 

Las hojas caídas en el agua se rinden a los ciclos de las estaciones. Una telaraña atrapa y mata a una mosca que pasa. ¿Podemos rendirnos a estos momentos también? La muerte es una invitación a deslizarse más allá de la red del saber. ¿Qué podríamos encontrar si permitiéramos el ciclo de muerte y resurrección en nuestras propias vidas? 



Entrega del Amor  

     Permita que la vida crezca y disminuya  

Domingo, 10 de abril de 2022 — Domingo de Ramos 

El estado de Jesús era divino, pero no se aferró a la igualdad con Dios, sino que se despojó de sí mismo. —Filipenses 2:6–7 

  

Las meditaciones de esta semana se enfocan en la entrega del amor, particularmente como lo modeló Jesús. El padre Richard Rohr reflexiona sobre el camino intencional de descenso de Jesús: 1 

  

En el desbordamiento de ricos temas del Domingo de Ramos, nos dirigiremos hacia el gran movimiento parabólico descrito en Filipenses 2. La mayoría considera que este fue originalmente un himno cantado en la comunidad cristiana primitiva. Para darnos una entrada honesta, permítanme ofrecer una cita que cambia la vida de las Reflexiones Psicológicas de C. G. Jung (1875-1961): 

  

En la hora secreta del mediodía de la vida se invierte la parábola, nace la muerte. La segunda mitad de la vida no significa ascenso, despliegue, aumento, exuberancia, sino muerte, ya que el fin es su meta. La negación del cumplimiento de la vida es sinónimo de la negativa a aceptar su fin. Ambos significan no querer vivir, y no querer vivir es lo mismo que no querer morir. Creciente y menguante forman la curva. 2 

  

El himno de Filipenses describe de manera artística, honesta y audaz esa “hora secreta” a la que se refiere Jung, cuando Dios en Cristo invirtió la parábola, cuando lo creciente se convirtió en menguante. Dice que comienza con el gran anonadamiento o kenosis como llamamos la Encarnación y termina con la Crucifixión. Conecta brillantemente los dos misterios como un solo movimiento, hacia abajo, abajo, hacia la encarnación de la creación, hacia las profundidades y la tristeza de la humanidad, y hacia la identificación final con aquellos que están en el fondo ("tomó forma de esclavo", Filipenses 2 :7). Jesús representa la solidaridad total con Dios, e incluso el amor por, la situación humana, como si dijera: "Nada humano me es abominable". Dios, si Jesús tiene razón, ha elegido descender en contrapunto casi total con nuestra humanidad que siempre está tratando de escalar, lograr, realizar y probarse a sí misma. 

  

Este himno dice que Jesús deja la subida a Dios, a la manera de Dios y en el tiempo de Dios. Es comprensible que la mayoría de nosotros comencemos el viaje asumiendo que Dios está “allá arriba”, y nuestro trabajo es trascender este mundo para encontrarlo a “él”. Pasamos tanto tiempo tratando de llegar “allá arriba”, que nos perdemos que el gran salto de Dios en Jesús fue venir “aquí abajo”. ¡Qué libertad! Y sucede mejor de lo que cualquiera podría haber esperado. “Por eso Dios le exaltó” (Filipenses 2:9). A la “exaltación” la llamamos resurrección o ascensión. Jesús se establece como el modelo humano, el estándar en el cielo, el patrón tan esperanzador de la transformación divina. 

  

Confía en lo de abajo y Dios se encargará de lo alto. Esto deja a la humanidad en solidaridad con el ciclo de la vida, pero también con los demás, sin necesidad de crear historias de éxito para nosotros mismos o crear historias de fracaso para los demás. La humanidad en Jesús es libre de ser humana y conmovedora en lugar de una escalada falsa en el "Espíritu". Se suponía que esto cambiaría todo, y confío en que todavía lo hará. 

 

 1 Adaptación de Richard Rohr, Wondrous Encounters: Scripture for Lent (Cincinnati, OH: St. Anthony Messenger Press, 2011), 122–124. 

2 C. G. Jung: Psychological Reflections: A New Anthology of His Writings, 1905–1961, ed. Jolande Jacobi (Princeton, NJ: Princeton University Press, 1970), 323. 

 

  

Historia de Nuestra Comunidad: 
Brindar atención diaria a mi ser querido durante ocho años ha sido transformador. Con cada conflicto y miedo, busco lo bueno y lo santo. La angustia, el miedo y los resentimientos se han transformado en una vida apacible, tranquila y satisfecha. Al experimentar con la entrega, la aceptación, la fe y la esperanza, finalmente me di cuenta de que no necesito mantener a mi ser querido ni a mismo. Dios nos está sosteniendo. Yo lo veo. Lo siento. 

—Susana S.    

 

Oración por Nuestra Comunidad: 
Dios, Señor de toda la creación, amante de la vida y de todo, ayúdanos a amar a nuestra pequeña manera lo que Tú amas infinitamente y en todas partes. Te agradecemos que podamos ofrecer solo esta oración y eso será más que suficiente, porque en realidad cada cosa y cada uno está conectado, y nada está solo. Orar por una parte es realmente orar por el todo, y así lo hacemos. Ayúdanos cada día a defender el amor, la sanación, el bien, la unidad diversa del Cuerpo de Cristo y de toda la creación, porque sabemos que esto es lo que deseas: como oró Jesús, que todos sean uno. Ofrecemos nuestra oración junto con todos los santos nombres de Dios, ofrecemos nuestra oración junto con Cristo, nuestro Señor. Amén. 

 

 

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