Saber menos, amar más

Judaísmo: místicos jasídicos 

   

  Saber menos, amar más 

  

jueves, 30 de junio de 2022 

  

Para los primeros místicos jasídicos, aprender las Escrituras era importante, pero aún más importante era encontrar a Dios directamente en las Escrituras. El erudito judío Arthur Green traduce de una colección de enseñanzas jasídicas sobre la oración contemplativa: 

  

Aquel que lee las palabras de oración con gran devoción 

           puede llegar a ver luces dentro de las letras, 

           aunque uno no entienda 

           el significado de las palabras que uno pronuncia. 

Tal oración tiene un gran poder; 

Los errores en la lectura no tienen importancia. 

  

Un padre tiene un hijo pequeño al que ama mucho. 

Aunque el niño apenas ha aprendido a hablar, 

           su padre se complace 

           al escuchar las palabras del niño. 1 

  

Otro dicho dice así: 

  

A veces, mientras oras, puedes sentirte 

           que no puedes entrar 

           el mundo superior en absoluto. 

Tu mente se queda abajo y piensas: 

           “Toda la tierra está llena de su gloria”. 

Pero en realidad estás más cerca de Dios de lo que crees. 

En esos momentos eres como un niño 

           que acaba de empezar a entender 

           lo cerca que está de Dios. 

Aunque tu mente aún no puede trascender este mundo, 

           Dios está contigo en tu oración. 2 

  

La tradición contemplativa cristiana también prioriza la transformación sobre la información y la humildad sobre la certeza. El padre Richard escribe: 

  

Debemos acercarnos a las Escrituras con humildad y paciencia, con nuestra agenda de más allá, y permitir que el Espíritu promueva el significado más profundo para nosotros. De lo contrario, ¡solo escuchamos aquello con lo que ya estamos de acuerdo o lo que hemos decidido buscar! ¿No es bastante obvio? Como dice el apóstol Pablo: “No debemos enseñar como se enseña la filosofía, sino como el Espíritu nos enseña: debemos enseñar las cosas espirituales espiritualmente” (1 Corintios 2:13). Este modo de enseñanza tiene mucho más que ver con la transformación que con la información. Eso cambia todo el enfoque y la meta de nuestra lectura y estudio. 

  

Hoy necesitamos personas transformadas, no solo personas con respuestas. Como escribió Eugène Ionesco, “La explicación nos separa del asombro. . .”. 3 No quiero que mis enseñanzas y mis demasiadas palabras aparten a nadie del asombro o que actúen como sustitutos de la experiencia interior. La maravillosa antología de libros y cartas que se llama la Biblia tiene como fin el asombro¡no una “prueba” o certeza! Es para la transformación divina (theosis), no para la comodidad intelectual o del "pequeño yo". Las ideas no son un problema pero una verdadera experiencia interior es otra cosa. Nos cambia, y a los seres humanos no nos gusta cambiar. La revelación bíblica nos invita a una experiencia genuinamente nueva. El problema es que hemos convertido la Biblia en un montón de ideassobre las cuales podemos tener razón o no en lugar de una invitación a nuevos ojos. 4  

 

1 Arthur Green and Barry W. Holtz, eds., trans., Your Word Is Fire: The Hasidic Masters on Contemplative Prayer, 2nd rev. ed. (Nashville, TN: Jewish Lights, 2017), 117. 

2 Green and Holtz, Your Word Is Fire, 121. 

3 Eugène Ionesco, Découvertes (Geneva: Albert Skira, 1969), 72. 

4 Richard Rohr, Things Hidden: Scripture as Spirituality (Cincinnati, OH: Franciscan Media, 2008, 2022), 1–2, 135. 

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