Tener nueva vida

Los místicos del desierto   

     

Tener nueva vida 

  

  jueves, 2 de marzo de 2023 

  

  

  

Si te encuentras en un monasterio, no vayas a otro lugar, porque eso te hará mucho daño. Así como el pájaro que abandona los huevos sobre los que estaba posada impide empollarlos, así el monje o la monja se enfrían y su fe muere, cuando van de un lugar a otro. 

—Amma Sinclética, Vida de la Beata Sinclética 

  

La sacerdotisa episcopal y escritora Mary Earle encuentra inspiración para la práctica espiritual en los dichos de una Madre del Desierto conocida como Sinclética de Alejandría: 1 

  

Amma Sinclética nos aconseja que no huyamos de nosotros mismos. Ella nos anima a permanecer fieles a cualquier nueva vida que se esté tramando dentro de nosotros... 

  

Ella examina la tentación humana universal —de desaprovechar nuestras vidas viviendo completamente en la superficie. Después de todo, nuestra cultura fomenta la competencia y la ambición, y somos muy móviles. Si no tenemos cuidado, esa movilidad crea un desarraigo que nos perjudicará a nosotros y a aquellos con quienes vivimos, nos movemos y somos. Este es el tipo de desarraigo interior, causado por no permanecer el tiempo suficiente para echar raíces profundas... 

  

En el desierto, a hombres y mujeres se les aconsejó: “Ve a tu celda y tu celda te enseñará todo”. 2 … La celda era el lugar sagrado, donde la mujer escucha y está consigo misma y con la Presencia divina. La celda era el lugar de encuentro divino, la experiencia diaria de estar inmersos en la presencia de Dios. 

  

La sabiduría del desierto templa nuestro instinto para impedir el aburrimiento y la incomodidad: 

  

La metáfora [del pájaro] de Amma Sinclética habla directamente de uno de los dilemas de la vida espiritual —el de llegar a un acuerdo con la simple y antigua cotidianidad de la práctica espiritual y la vida de oración, para que la vida entera se convierte en oración... Somos tentados de muchas maneras, para dejar nuestros "huevos" y simplemente cambiar continuamente de un interés a otro. El resultado es que no nos permitimos la oportunidad de tener una nueva vida. Los "huevos" mueren porque no se cuidan. Perdemos la vida más profunda del Espíritu porque constantemente nos movemos de un interés a otro, en lugar de concentrarnos en una sola cosa. 

  

Nuestras madres antiguas sabían que cuando el aburrimiento amenazaba, bien podía ser el signo externo y visible de la obra interna, secreta y oculta de Dios en el corazón y el alma. En consecuencia, enfatizaron permanecer en la celda, en el cuartito de la vida diaria, y dejar que esa celda fuera su maestra….  

 

Permanecer en la celda, o "sentarse sobre los huevos", significa advertir nuestro apetito por la sobreestimulación. El celular nos enseña a reducir la velocidad… a advertir lo que está justo frente a nosotros. La sabiduría que nos ofrecen las madres del desierto es permanecer con nosotros mismos, con nuestros altibajos interiores, con nuestros dolores y nuestros miedos, tener la nueva vida que Dios está creando en nosotros. 

 

1 Mary C. Earle, The Desert Mothers: Spiritual Practices from the Women of the Wilderness (Harrisburg, PA: Morehouse Publishing, 2007), 21–23 

2 Moses of Scetis, in The Desert Christian: Sayings of the Desert Fathers: The Alphabetical Collection, trans. Benedicta Ward (New York: Macmillan, 1980), 139.