Amorosa Presencia Interior

Sanando nuestra violencia  

 

Amorosa Presencia Interior 

   lunes, 31 de julio de 2023 

   

Richard continúa explicando cómo la contemplación nos cura de los juicios y pensamientos que tan a menudo conducen a la violencia contra nosotros mismos y los demás. [2] 

  

Cada uno llevamos una cierta cantidad de dolor desde nuestro nacimiento. Si ese dolor no se cura y transforma, en realidad aumenta a medida que envejecemos y lo transmitimos a las personas que nos rodean. Podemos volvernos violentos en nuestras actitudes, gestos, palabras y acciones. 

  

Debemos cortar de raíz este proceso reconociendo y asumiendo nuestro dolor, en lugar de proyectarlo a otra parte. Por mi parte, no puedo pretender ser amoroso cuando interiormente no lo soy, cuando sé que he tenido pensamientos crueles, críticos y duros sobre los demás. En el momento en que surge el pensamiento, tengo que controlarme y entregar la molestia o la ira a Dios. La práctica contemplativa me ayuda a desarrollar esta capacidad de observarme a mí mismo, dejar ir el pensamiento y conectarme con mi amorosa Presencia Interior. Permítanme explicar por qué esto es tan efectivo y tan importante. 

  

Si simplemente observamos el patrón negativo en nosotros mismos, ya comenzamos a separarnos de él. El observador ahora está aquí, observándonos a nosotros mismos teniendo ese pensamientoallá. A menos que nos convirtamos en el observador, casi siempre nos identificaremos con nuestros sentimientos y juicios. Se sienten como una verdad real y objetiva. 

  

La mayoría de las personas que conozco están demasiado identificadas con sus pensamientos y sentimientos. Realmente no tienen sentimientos; sus sentimientos los tienen. Eso puede ser lo que los primeros cristianos querían decir con estar “poseído” por un demonio. Es por eso que tantos de los milagros de Jesús son el exorcismo de los demonios. La mayoría de nosotros ya no lo tomamos literalmente, pero el diablo sigue siendo una metáfora poderosa y exige que lo tomemos muy en serio. Todo el mundo tiene algunos demonios. Sé que estoy "poseído" al menos una o dos veces al día, ¡aunque solo sea por unos minutos! 

  

Hay todo tipo de demonios. En otras palabras, hay muchas ocasiones en las que no dejamos de pensar de cierta manera. Cuando vemos a ciertas personas, nos asustamos. Cuando vemos a otras personas, nos enfadamos. Por ejemplo, numerosos estudios muestran que muchos estadounidenses blancos tienen un miedo implícito y no reconocido a los hombres negros. La mayoría de nosotros no somos consciente o explícitamente racistas, pero muchos de nosotros tenemos un sesgo racial implícito y totalmente negado. Por eso toda sanación y oración debe descender al inconsciente donde las mentiras que hemos creído están escondidas en nuestras heridas e incrustadas en la realidad social de nuestras culturas.  

 

Durante la contemplación, pueden surgir experiencias dolorosas olvidadas. En tales casos, ayuda reunirse con un director espiritual o terapeuta para procesar viejas heridas y traumas de manera saludable. A lo largo de toda una vida de práctica, la contemplación nos ayuda gradualmente a desprendernos de quienes pensamos que somos y a descansar en nuestra auténtica identidad como Amor. Al principio esto parece un “trasplante de identidad” hasta que aprendemos a descansar permanentemente en Dios. 

 

2 Adaptación de Richard Rohr, Mary and Nonviolence (Albuquerque, NM: Center for Action and Contemplation, 2002), CD. No longer available for purchase. 

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