Encuentra tu práctica y practícala

Corazón Contemplativo  

 

Encuentra tu práctica y practícala 

  

  jueves, 31 de agosto de 2023 

  

  

  

Para las personas que buscan fomentar un estilo de vida contemplativo, James Finley aconseja "Encuentra tu práctica contemplativa y practícala". [10] 

  

Una práctica contemplativa es cualquier acto, realizado habitualmente con todo el corazón, como una forma de despertar, profundizar y sostener una experiencia contemplativa de la santidad inherente al momento presente. Tu práctica podría consistir en alguna forma de meditación, como sentarte inmóvil en silencio, atento y despierto a la naturaleza abismal de cada respiración. Tu práctica podría ser una oración sencilla y sincera, leer lentamente las Escrituras, hacer jardinería, hornear pan, escribir o leer poesía, dibujar o pintar, o tal vez correr o dar caminatas largas y lentas sin ir a ningún lugar en particular. Tu práctica puede consistir en estar solo, realmente solo, sin accesorios ni distracciones adictivas. O tu práctica puede ser la de estar con esa persona en cuya presencia eres llamado a un lugar más profundo. El factor crítico no es tanto lo que la práctica es en su exterior sino el grado en que la práctica encarna una postura completamente sincera de despertar y entregarse a la naturaleza Divina del momento presente. 

  

En un momento dado, es probable que no tengamos una sola práctica, sino más bien una constelación de prácticas, a menudo una de ellas como nuestra práctica principal. Otras pueden rodearlo, cada uno con su propio lugar especial en nuestra vida…. A medida que pasan los meses y los años la constelación cambia. Surgen nuevas prácticas. Prácticas que han estado presentes durante años quedan fuera de escena…. 

  

Descubrimos por experiencia que si somos fieles a nuestras prácticas contemplativas, nuestras prácticas nos llevan fielmente en la dirección de una conciencia más diaria y permanente de la divinidad de la vida que vivimos. 

  

Finley enfatiza la importancia de priorizar la presencia intencional a diario, al tiempo que nos anima a hacer lo que podamos dentro de las limitaciones de nuestras vidas. 

  

Permanecer fieles a nuestras prácticas contemplativas exige la integridad de permanecer fieles a un compromiso que nadie ve; consiste en entregarnos con todo el corazón a actos simples que, superficialmente, parecen ser sólo el paso incidental del tiempo. Pero si somos fieles a este sencillo camino de fidelidad a nuestras prácticas contemplativas diarias, la conciencia sutil de las profundidades a las que dan acceso comienza a impregnar la textura misma de nuestra experiencia de vida diaria. Lentamente, casi imperceptiblemente al principio, la fidelidad a nuestras prácticas contemplativas evoluciona hacia una conciencia habitual que no pasa por alto la aparición sorpresa de Dios apareciendo en algo tan inmediato y simple como la luz del sol que de repente llena una habitación en un día nublado.  

 

Encontrar tu práctica contemplativa es entonces un evento que ocurre en cada concesión de experiencia contemplativa en la que se realiza la divinidad del momento presente... Por tales fidelidades [a la práctica] tú, sin saber cómo, eres guiado por el camino de la tu transformación hacia las profundidades de la divinidad, como lo revela tu vida diaria. 

 

 

10 James Finley, The Contemplative Heart (Notre Dame, IN: Sorin Books, 2000), 46–47, 48.