La fe nos llama a la alegría
Crédito de la imagen: Thays Orrico, Sin título (detalle), Brasil, 2020, fotografía, dominio público. Haga click aquí para ampliar la imagen.
Mantenemos juntas las velas encendidas en las alegrías y las penas.
Resiliencia fiel
La fe nos llama a la alegría
miércoles, 24 de enero de 2024
Para la Dra. Barbara Holmes, nuestra fe nos invita a elegir el gozo en medio de la crisis y la injusticia:
Nuestras circunstancias actuales requieren resiliencia y la firme creencia de que la alegría es un evento interior sanador y una práctica espiritual...
Las personas de BIPOC [personas negras, indígenas y de color] que recuerdan las costumbres de los mayores lo han visto en acción. Mostrar alegría mientras todavía se están infligiendo las heridas no es una demostración de fuerza de otro mundo. Es un acto de fe en que Dios no nos dará más de lo que podemos soportar...
No estamos obligados a luchar por nuestra realidad; simplemente podemos vivirla. Podemos ser raros, íntegros y tan cambiantes como sea necesario, porque estamos llamados a otro propósito. Se nos invita a despertar a nuestra verdadera naturaleza como seres espirituales, partícipes de energía y profetas en potencia. El gozo del que se habla en las Sagradas Escrituras es accesible, pero también tiene un cierto “más allá”: el mundo no lo dio y el mundo no puede quitárnoslo. Como escuchamos de Jesús en Juan 16:22: “Así que ahora tenéis dolor; pero os volveré a ver y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo”. [6]
Brian McLaren describe la confianza radical y la resiliencia que las prácticas espirituales pueden ofrecer en tiempos difíciles:
Debemos prepararnos para vivir una buena vida de alegría desafiante incluso en medio del caos y el sufrimiento. Esto es posible. Lo han hecho miles de millones de nuestros antepasados y vecinos. Su legado nos enseña a ver cada episodio cada vez más intenso de turbulencia como un dolor de parto del que puede nacer una nueva oportunidad creativa. La vida será difícil; la pregunta es si seremos más fuertes, más sabios y más resilientes... Las comunidades que aprenden y enseñan... la resiliencia espiritual se convertirá en recurso vital para todos. (Esperamos que algunas comunidades cristianas participen en este trabajo). Estas prácticas individuales y comunitarias nos ayudarán a deshacernos de la amargura, el miedo, la desilusión y la toxicidad y recargarnos con misericordia, visión, ilusión y serenidad. Nos ayudarán a ignorar lo que merece ser ignorado y a vigilar lo que debe ser vigilado. Nos ayudarán a replantear nuestra historia, para que podamos llorar, lamentarnos y arrepentirnos... incluso mientras imaginamos, celebramos y trabajamos por el nacimiento de un futuro mejor...
Confiar en el proceso es otra manera de decir confiar en una inteligencia más sabia que la inteligencia humana, confiar en un amor más profundo que las expresiones actuales de amor, confiar en un deseo más fuerte y más sabio que las expresiones actuales del deseo humano. Los cristianos se refieren a esta sabiduría, amor y deseo como Dios o lo Divino o el Espíritu Creativo, y otros pueden encontrar sus propias maneras de nombrarlo…. Para usar un lenguaje bíblico familiar, necesitaremos caminar por fe a través del más oscuro de los valles [Salmo 23:4], siempre previendo un espacio para que nazca algo hermoso, especialmente durante las contracciones más dolorosas. [7]
6 Barbara A. Holmes, Crisis Contemplation: Healing the Wounded Village (Albuquerque, NM: CAC Publishing, 2021), 117, 119.
7 Brian D. McLaren, Do I Stay Christian? A Guide for the Doubters, the Disappointed, and the Disillusioned (New York: St. Martin’s Essentials, 2022), 190, 191.
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