La Resurrección está asegurada

Image credit: Jenna Keiper, Sin título (detalle), Washington, 2020, fotografía usada con autorización. Haga click aquí para ampliarla imagen.  

Los primeros rayos del sol que acarician nuestro rostro nos recuerdan la importancia de los nuevos comienzos, de la espera, del asombro. 

 

Fe en la Resurrección 

 

La Resurrección está asegurada 

Domingo 31 de marzo de 2024 — Domingo de Resurrección 

 

Richard Rohr explica cómo la resurrección nos ofrece esperanza, especialmente en tiempos difíciles: [1] 

  

A menudo me pregunto por qué gran parte de la vida humana parece tan inútil, tan trágica, tan corta y tan triste. Si Cristo ha resucitado, ¿por qué la gente muere antes de empezar a vivir verdaderamente? ¿Por qué ha habido una guerra constante? ¿Por qué tanta gente está encarcelada injustamente? ¿Por qué se oprime a los pobres? ¿Por qué destruimos tantas de nuestras relaciones? Si Cristo ha resucitado, ¿por qué hay tanto sufrimiento? ¿Qué está haciendo Dios? Realmente no tiene ningún sentido lógico. ¿Es la resurrección algo que ocurrió una sola vez, en su cuerpo, pero no en el nuestro? 

  

Creo que la resurrección de Cristo está diciendo que el juicio final ya sucedió. No es nada que debamos temer. No es nada que debamos evitar o negar. ¡El juicio final de Dios es que Dios tendrá la última palabra! La Pascua revela que no hay callejones sin salida; En última instancia, nada terminará en tragedia y crucifixión. Por supuesto, miramos a nuestro alrededor, a la historia y a la vida en sus momentos cotidianos, y parece que: "No, no, eso no es cierto". Y, sin embargo, una y otra vez, aquí y allá, más de lo que sospechamos, se abre paso nueva vida para aquellos que están dispuestos a ver y cooperar con este misterio universal de la resurrección. 

  

Tenemos mucha suerte en esta parte del mundo de que la Pascua coincida con la primavera. Si esto se aplica a ti, espero que salgas y veas renacer las hojas y las flores después de meses de invierno. Esta mañana salí temprano para ver el amanecer de Pascua. Efectivamente, el sol salió como siempre y se asomó por el horizonte, justo entre dos montañas. No parecía tanto un amanecer sino más bien un clamor. La luz venía de la tierra. Provenía del mundo en el que vivimos. No procedía de arriba, sino de abajo. Parecía decir que incluso todo lo que parece fangoso y material, incluso todo lo que parece tan ordinario y moribundo, renacerá. 

  

La Pascua es la fiesta de la esperanza. Esta es la fiesta que dice que Dios tendrá la última palabra y que el juicio final de Dios es la resurrección. Dios convertirá en vida y belleza todo lo que mutilamos, destruimos, herimos y castigamos. 

  

Lo que la resurrección revela más que cualquier otra cosa es que el amor es más fuerte que la muerte. Jesús camina por el camino de la muerte con amor, y lo que llega a ser no es muerte sino vida. ¡Sorpresa de sorpresas! No encaja con ninguna explicación lógica. Sin embargo, éste es el misterio: que nada muere para siempre y que todo lo que ha muerto renacerá en el amor.  

 

Así que ser cristiano es ser inevitable y para siempre una persona de esperanza. Dios en Cristo está diciendo que esto es lo que durará: mi vida y mi amor tendrán siempre y para siempre la última palabra. 

 

 

1 Adaptación de Richard Rohr, “Easter Sunday,” homily, April 8, 2012.