Elegir el camino contemplativo
En nuestro profundo y sensible espacio interior hay una luz brillante que atender y cuidar.
Cuidar el fuego interior
Elegir el camino contemplativo
lunes, 8 de abril de 2024
James Finley continúa reflexionando sobre cómo, una vez que notamos el “fuego interior”, podemos comprometernos con la práctica de prestarle atención que nos cambia la vida. [2]
Una vez que reconocemos esta “profunda privación”, tenemos una idea de la vida. Lo esencial, lo que se nos da en el fuego metafórico de esta tranquila unidad, nunca se impone sobre nosotros, mientras que lo no esencial se nos impone constantemente. Empezamos a preguntarnos: “¿Cómo aprendo a no quedar tan atrapado en las complejidades del día a día, porque pierdo conciencia con esta profundidad, este fuego, que es lo único que en última instancia es real?” Thomas Merton dice que late en nuestra sangre, lo queramos o no.
No podemos conocer esta realidad, pero aquí está la clave. Podemos asumir libremente la actitud que ofrezca la menor resistencia a ser alcanzado por el fuego que no podemos realizar. Esta es nuestra cita diaria y la clave es que es personal. Tenemos que encontrar esos actos, esas personas, esos modos de servicio, esos momentos de desarrollo creativo, esos momentos en los que sentimos que se nos pide algo….
Cuando estaba en el monasterio, toda la vida monástica estaba cuidadosamente diseñada para protegernos de las distracciones y permitirnos experimentar de lo que estoy hablando. Pero el mundo en el que vivimos no es así, por eso tenemos que crear una cultura contemplativa en nuestro corazón. Debemos prometernos a nosotros mismos: no haré el papel del cínico. No acabaré la fe en mi corazón despierto. Sé que en mi hora más infantil, el filo del dolor, la dulzura de la mirada, el olor de la flor, fui bendecido por lo que trasciende y permea cada momento de mi vida.
Por eso, queremos tener tranquilidad, disponibilidad y permanecer así. Debemos tener paciencia y estar tranquilos. Tenemos que estar abiertos a esta forma de ser. Y al final de cada encuentro más profundo, pedimos la gracia para que no se acabe esa sensibilidad el resto del día. Aunque el hilo se rompe muchas veces desde nuestro parte, nunca se separa del fin de Dios….
No vivimos en un monasterio sino aquí en el mundo, de eso tratan los programas contemplativos como el de Living School. Creo que de eso1 tratan las Meditaciones Diarias. De eso trata la oración centrante. Tenemos que ser sensibles a estas percepciones y vivir así. Es la fidelidad obediente que nadie ve pero que más importa. Vivamos honestamente con la gente porque cambia la forma como vemos a todos. Todo el mundo está muy destrozado en un mundo fugaz, a menudo no tan justo, maravilloso, agradable e inexplicable.
2 Adaptación de James Finley, 2024 Daily Meditations Theme: Radical Resilience: Tending the Fire Within, Center for Action and Contemplation, video, 9:35.
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