Discernir la voluntad de Dios 

Cuando estamos escuchando nos detenemos, permanecemos quietos y en silencio, porque no queremos perdernos la voz que está hablando. 

 

 

 Escuchar la Voz Divina  

 

Discernir la voluntad de Dios 

Miércoles 23 de octubre de 2024 

  

Os pedimos que seáis llenos del conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría y entendimiento espiritual, para que llevéis una vida digna del Señor. 

—Colosenses 1:9–10 

  

Para el padre Richard, la contemplación cultiva la capacidad de discernir la acción correcta: 

  

Nuestro objetivo consiste en hacer la voluntad de Dios, pero primero tenemos que quitarnos el apego a nuestra propia voluntad para poder reconocer la diferencia entre ambas. A lo largo de la historia, muchas personas que hicieron cosas horribles estaban convencidas de que estaban haciendo la voluntad de Dios. Por eso tenemos que encontrar un instrumento para distinguir entre Dios y nosotros. Pablo llama a este don el discernimiento de espíritus. Tenemos que aprender cuándo está actuando nuestro propio espíritu y cuándo está actuando el Espíritu de Dios. 

  

Los activistas sociales más convincentes de nuestro país fueron y son personas de oración, como Dorothy Day, Martin Luther King Jr., la hermana Simone Campbell, John Dear y Jim Wallis. Es importante que unamos a los contemplativos y a los activistas en la Iglesia y en el mundo, porque ninguno de los dos grupos es creíble sin el otro. Jesús se fue al desierto durante cuarenta días; sólo después de eso comenzó a predicar el reino de Dios y a curar a los enfermos. Y a lo largo del camino siguió recordando a sus discípulos que se retiraran y descansaran en lugares tranquilos y pacíficos (ver Marcos 6:31). 

  

Con este retiro y este vacío, estamos, por así decirlo, cultivando un terreno fértil donde podemos ser receptivos a la semilla de la palabra de Dios. No creo que Jesús deposite la cosecha en nuestro regazo. Más bien, nos muestra un proceso de crecimiento. Nos muestra una manera de aprender a escuchar a Dios, un camino de entrega y perdón. Él confía en que sus seguidores, al practicar esta forma de oración, aprenderán a escuchar la verdad cada vez con más claridad. La gran verdad siempre estará más allá de nosotros. La gran verdad de Dios nunca sustentará un mundo pequeño. Esto significa que la vida cristiana debe ser un viaje constante de ida y vuelta, entre el camino radical hacia adentro y el camino radical hacia afuera. [6] 

  

El sacerdote y autor holandés Henri Nouwen (1932-1996) considera el discernimiento como un don que proviene de nuestra intimidad con Dios:  

 

No puedo ver otra forma de discernimiento que una vida en el Espíritu, una vida de oración y contemplación incesantes, una vida de profunda comunión con el Espíritu de Dios. Una vida así desarrollará lentamente en nosotros una sensibilidad interior, que nos permitirá distinguir entre la ley de la carne [ego] y la ley del Espíritu [alma]. Sin duda cometeremos errores constantes y rara vez tendremos la pureza de corazón necesaria para tomar las decisiones correctas todo el tiempo. Pero cuando tratamos continuamente de vivir en el Espíritu, al menos estaremos dispuestos a confesar nuestra debilidad y limitaciones con toda humildad, confiando en Aquel que es mayor que nuestro corazón. [7]  

 

 

 

6 Adaptación de Richard Rohr, Essential Teachings on Love, selected by Joelle Chase and Judy Traeger (Maryknoll, NY: Orbis Books, 2018), 142–143. 

7 Henri J. M. Nouwen with Michael J. Christensen and Rebecca J. Laird, Discernment: Reading the Signs of Daily Life (San Francisco, CA: HarperOne, 2013), 170.

 

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