El riesgo de vivir el Evangelio

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El riesgo de vivir el Evangelio 

Miércoles 30 de octubre de 2024 

  

Habéis oído que se dijo: «Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo». Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos. … Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso también los publicanos? Y si saludáis a los vuestros, ¿qué hacéis de más? 

—Mateo 5:43–48 

  

En una homilía de 2017 basada en este pasaje de las Escrituras, el padre Richard nos recuerda los requisitos fundamentales de la vida cristiana: [6] 

  

Como cristianos, proclamamos que esta Escritura tiene autoridad sobre nuestras vidas, pero cada vez escucho a más pastores de todas las denominaciones decir que tienen miedo de predicar el evangelio en este país porque saben que la mitad de la iglesia se marchará. Ya sabéis de lo que estoy hablando. Estamos en un estado de tal engaño, deshonestidad y falta de amor por todos excepto por nosotros mismos que es casi imposible predicar el evangelio. A los antiguos israelitas se les dijo “amar a tu prójimo”, pero Jesús lo lleva al enésimo grado. Él dice: “No ama a tu enemigo”. 

  

¿Hay algo que esté sucediendo en Estados Unidos hoy que te haga pensar que creemos que debemos “amar a nuestros enemigos”? Si los cristianos no deciden finalmente ser como Jesús, entonces abandonemos todo este asunto cristiano. ¡No significa nada! Si solo se trata de ir a la iglesia el domingo, entonces tenemos que dejar de fingir que seguimos a Jesús, porque somos como todos los demás nos interesa el poder, el dinero, el engaño y la guerra. Si no predicamos el evangelio, si no comenzamos a vivir el evangelio ahora, entonces dejemos de fingir que nos importa Jesús o que nos interesa seguirlo.  

  

Estamos en una posición muy aterradora en los Estados Unidos, y todo el mundo lo ve. Estamos llamados a participar en una gran movilización, reconocimiento, conversión y transformación, porque ahora los problemas son demasiado grandes, demasiado reales y están demasiado justo frente a nosotros todos los días. 

  

No podemos permanecer en silencio por más tiempo. No esperen que yo me quede callado, y yo tampoco esperaré que ustedes se queden callados. Se necesitará coraje. Se necesitará que cada uno de nosotros tome pequeñas decisiones en nuestros pequeños mundos para amar, no solo a nuestros vecinos, sino incluso para orar por nuestros enemigos, orar por nuestro presidente, orar por nuestro país. Si no podemos hacer estas pequeñas cosas, ¿qué significa todo esto?   

 

Todos los que estamos en esta sala tenemos poder. Fingir que no lo hacemos, para poder simplemente permanecer en silencio, es decir que lo que está sucediendo está bien y no lo está. Acabo de leer el evangelio en voz alta y sostuve el libro sobre ustedes. Se pusieron de pie y dijeron: “Gracias a Dios”, así que ahora digamos gracias a Dios con nuestras vidas. Gracias por permitirme predicar el evangelio. 

 

 

 

6 Adaptación de Richard Rohr, “There Is No Such Thing as Being Nonpolitical,” homily, February 19, 2017.

 

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