Por qué importa “Ella”
La luz fuerte y suave de la Divinidad Femenina está disponible para que todos podamos acceder a ella.
Sagrado Femenino
Por qué importa “Ella”
Lunes, 12 de mayo de 2025
La novelista Sue Monk Kidd describe por qué cultivar una imagen de la Feminidad Sagrada es tan importante, especialmente para las mujeres criadas en el cristianismo:
Una niña aprende historias bíblicas en las que las mujeres vitales generalmente están ausentes, en segundo plano o carentes de poder. Aprende que los hombres emprenden misiones, encuentran a Dios y cambian la historia, mientras que las mujeres los apoyan y esperan. Escucha sermones donde los roles femeninos tradicionales (no amenazantes) se elevan como el ideal de Dios. Es probable que una niña vea solo a unas pocas mujeres en las altas esferas del poder eclesiástico.
¿Y qué hace una niña, que está formando su identidad, con todas las escrituras que exhortan a las mujeres a la sumisión y al silencio? Que se las "expliquen" como producto de una época antigua no borra por completo su inquietud. También se siente ausente de los pronombres en las escrituras, los himnos y las oraciones. Y sobre todo, mientras Dios «mismo» sea exclusivamente masculino, ella experimentará la otredad, la insignificancia de sí misma; toda la palabrería piadosa del mundo sobre la igualdad entre las mujeres y los hombres no tendrá cabida en su interior.
Cuando comprendamos por primera vez que el símbolo de la mujer puede ser un vehículo de lo sagrado, que también puede ser una imagen de lo Divino, nuestras vidas comenzarán a dar un giro... Internalizar la Divinidad Femenina proporciona a las mujeres la afirmación sanadora de que son personas con pleno derecho, que pueden tomar decisiones, que son dignas y tienen derecho a serlo, y que no necesitan permiso. La internalización de la Sagrada Femenina nos dice que nuestro género es algo valioso y maravilloso. [3]
La teóloga pública Christena Cleveland explora cómo la imagen exclusivamente blanca y masculina de Dios es limitante e incluso opresiva. Ella comparte una experiencia mística al encontrar el amor incondicional de la Sagrada Femenina Negra durante un retiro de mindfulness [o atención plena: consciente al momento presente]:
Me senté con las piernas cruzadas en mi esterilla, y en cuanto cerré los ojos y me volví hacia dentro, una ola de Amor me invadió, una ola tan formidable que me obligó a enderezarme hacia atrás, a caer sobre los cojines del suelo que tenía detrás… Era una fuerza poderosa que no abusaba. Era fuerza sin manipulación, fuerza sin control y fuerza sin vergüenza. Era la fuerza del Amor —una fuerza que nunca había encontrado en el mundo del dios masculino y blanco…
Nunca antes había experimentado una fuerza formidable en forma de Amor, y me deshizo. Me maravillé al descubrir que, después de un día entero despejando mi mente del desorden del miedo, lo que yacía debajo no era otra lista de tareas del dios masculino y blanco… No, el Amor estaba debajo de todo, tal como esperaba. Ese día, descubrí que en el corazón de la realidad… fluyen olas tras olas de Amor… por mí…
Esta experiencia me mostró que no importa lo que suceda a mi alrededor y no importa cuánto miedo intente consumirme, la Sagrada Femenina Negra siempre está disponible para guiarme hacia el Amor. [4]
3 Sue Monk Kidd, The Dance of the Dissident Daughter: A Woman’s Journey from Christian Tradition to the Sacred Feminine, rev. ed. (HarperOne, 2016), 38–39, 117, 161.
4 Christena Cleveland, God Is a Black Woman (HarperOne, 2022), 64, 65.
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