Resumen Semana 34 — ¿Qué sientes?
La apertura suave, relajada y reciente da la bienvenida a cada momento tal como es; sin aferrarse al sentimiento ni huir de él, simplemente aceptándolo y permitiéndole fluir.
Equilibrio Emocional
Resumen Semana 34 — ¿Qué sientes?
Equilibrio Emocional
17 de agosto – 22 de agosto de 202
Debemos asumir el riesgo del apego legítimo (sentir plenamente la emoción), comprender su importante mensaje y luego tener la presencia y el propósito de desprendernos de esa fascinante emoción después de que haya cumplido su función. Este es el don y el poder de una persona emocionalmente madura. —Richard Rohr
Las emociones son, ante todo, un regalo de Dios para que podamos conectar con la realidad por una vía distinta a la de nuestro cerebro. —Richard Rohr
Sentir una emoción es permitirla y dejarla fluir, aprender de lo que te dice sobre ti, sobre tus relaciones. Sentir es aceptar tus propias emociones y la sabiduría de tu cuerpo. —Prentis Hemphill
La contemplación me libera de ser un prisionero perpetuo de mis pensamientos y sentimientos; Me ayuda a darme cuenta de que no soy mis pensamientos ni mis sentimientos. Me ayuda a ver que estas reacciones y negociaciones internas me ocurren sin mi consentimiento, como la digestión, el sueño, la fatiga o la risa. —Brian McLaren
Siempre que reconocemos una respuesta emocional desmesurada, podemos estar bastante seguros de que estamos sobre identificados con algo o de que nuestra sombra se ha activado y expuesto. Si, en última instancia, somos incapaces de desprendernos de una emoción, ¡estamos demasiado apegados! —Richard Rohr
En los textos antiguos, la pasión siempre se refiere a esta naturaleza peculiar y compulsiva de la emoción estancada. Las pasiones son, en realidad, emociones estancadas que giran sobre sí mismas para generar drama. —Cynthia Bourgeault
Práctica semana 34
¿Qué sientes?
Sábado, 23 de agosto de 2025
La psicóloga Hillary McBride describe el impacto de reprimir las emociones: [9]
Los sentimientos son tanto corporales como sociales, y actúan como comunicación sensorial para nosotros y quienes nos rodean. Sin embargo, no todos sabemos cómo responder de forma sana y comprensiva a esta forma de comunicación. Al crecer, quizá aprendimos que algunos sentimientos eran peligrosos o poco fiables, que nos hacían sentir solos o que generaban angustia en los demás. Aprendimos formas de expresar nuestros sentimientos que se adaptaban a quienes nos rodeaban, o aprendimos a defendernos de ellos para protegernos a nosotros mismos y a los demás de su dolor.
Pero nuestros sentimientos no sentidos, como cualquier otro proceso corporal esencial, no desaparecen aunque intentemos reprimirlos. Con el tiempo, nos alcanzan y captan nuestra atención de alguna manera, a veces en forma de enfermedad, problemas de salud mental, agotamiento, adicción o dolor. Para volver a nuestro yo interior, al yo presente sabio, creativo, estable, compasivo y conectado, necesitamos aprender a estar con nuestros sentimientos a medida que surgen y a confiar en que nuestro cuerpo sabe qué hacer con ellos, siempre y cuando nuestras historias mentales y culturales no se interpongan.
McBride ofrece varias sugerencias para escribir un diario y explorar nuestra relación con las emociones:
De pequeña, los sentimientos que me permitían sentir eran…
Aprendí que sería peligroso sentir…
Los sentimientos que he aprendido a etiquetar como negativos son…
Tengo miedo de que si siento ______ (miedo, tristeza, alegría, asco, emoción, ira, deseo), entonces podría…
De pequeña, necesitaba aprender que los sentimientos…
9 Hillary L. McBride, Practices for Embodied Living: Experiencing the Wisdom of Your Body (Brazos Press, 2024), 81–83.
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