Redefiniendo la Seguridad

La mano abierta que ofrece manzanas se convierte en una crítica silenciosa de la codicia, encarnando la sabiduría y la espiritualidad de la suficiencia donde la abundancia se comparte, no se acumula.


De la acumulación a la abundancia 

 

Redefiniendo la Seguridad 

Lunes, 6 de octubre de 2025     

  

[El hombre rico] dijo: “Derribaré mis graneros y edificaré otros mayores, y allí guardaré todo mi grano y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes guardados para muchos años; relájate, come, bebe, diviértete”. 

—Lucas 12:18-19   

Brian McLaren reflexiona sobre la Parábola de Jesús del Rico Insensato (Lucas 12:15-21) como una crítica a nuestra dependencia del dinero para la seguridad: [4]   

Este hombre personifica la confianza y el narcisismo de una civilización… Habla consigo mismo, y no escucha ni piensa en nadie más… Se pregunta qué hacer para mantener la estabilidad, para que el sistema siga funcionando, para que el crecimiento del PIB siga fluyendo, para poder relajarse, festejar y descansar. Se dice a sí mismo la respuesta (la riqueza es la caja de resonancia definitiva): ¡Crece! Construye graneros más grandes para acumular más cosas…   

El colapso en la salud del hombre rico interrumpe sus planes de riqueza… Era rico, sí, inmensamente rico en cierto sentido egoísta. ¿Pero rico para con Dios? ¿Rico en sabiduría para recordar que es una vela, que la vida es un regalo y que su llama algún día se apagará? ¿Rico en preocuparse por los demás, especialmente por los pobres y vulnerables, tan amados por Dios? Demuestra estar completamente en bancarrota en todos estos aspectos. Siempre será conocido como el rico insensato…   

Todo sistema de civilización egocéntrica, con sus graneros y bancos para acumular, inevitablemente colapsará, nos recuerda la historia del rico insensato. Mientras tanto, continúa … el ecosistema divino de interdependencia y compartir, el orden sagrado y armonioso de la vida en el que las flores silvestres y los cuervos viven y prosperan…. Ahí es donde debes poner tu corazón. Ahí es donde debes invertir tus energías internas:   

No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre en su bondad, ha decidido darles el reino. Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues dónde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón.  [Lucas 12:32-34]...   

Así que, dice Jesús, liquiden su capital en el frágil y fallido sistema humano. Reinviertan sus energías en el sistema de la vida, más allá de lo humano. Por eso es tan importante amar al prójimo, especialmente al pobre. Es mejor tener menos dinero ahorrado y dar más a los necesitados. Es mejor ser pobre en dinero y rico en relaciones generosas... Si amas a Dios y al prójimo, amas lo que importa... a diferencia del rico insensato, que solo se amaba a sí mismo y a su dinero...    

Si tu corazón está plenamente comprometido con la economía del rico insensato, el juicio que se emite sobre ese sistema recae sobre ti... Pero si no apruebas la riqueza del hombre rico, si transfieres tu confianza al sistema mayor, si buscas ante todo el ecosistema divino, acabarás teniendo todo lo que necesitas. 

 

 

 

4 Brian D. McLaren, Life After Doom: Wisdom and Courage for a World Falling Apart (St. Martin’s Essentials, 2024), 233, 234, 235–237.


 

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