Solidaridad y compasión proféticas
La obra profética de Jesús
Solidaridad y compasión proféticas
Jueves, 16 de octubre de 2025
El estudioso del Antiguo Testamento, Walter Brueggemann (1933-2025), atestigua el papel profético de Jesús en su solidaridad y compasión por los marginados:
Entre sus otras funciones, es evidente que Jesús actuó como profeta. Tanto en su enseñanza como en su presencia, Jesús de Nazaret expuso la crítica definitiva a la conciencia monárquica [imperio]… El modo de su crítica definitiva es su decidida solidaridad con los marginados y la vulnerabilidad que conlleva. La única solidaridad que vale la pena afirmar es la que se caracteriza por la misma indefensión que ellos conocen y experimentan. [6]
Las acciones proféticas de Jesús estuvieron motivadas por su profunda solidaridad y compasión por los que sufren:
Jesús, en su solidaridad con los marginados, se siente movido a la compasión. La compasión constituye una forma radical de crítica, pues anuncia que el dolor debe tomarse en serio, que no debe aceptarse como normal ni natural, sino como una condición anormal e inaceptable para la humanidad. En el ordenamiento jurídico de la época de Jesús, al igual que en el antiguo imperio del Faraón, la única cualidad de relación no permitida era la compasión. Los imperios nunca se construyen ni se mantienen sobre la base de la compasión. Las normas de la ley (control social) nunca se adaptan a las personas, sino que las personas se adaptan a las normas. De lo contrario, las normas se derrumbarían y, con ellas, todo el sistema de poder. Por lo tanto, la compasión de Jesús debe entenderse no simplemente como una reacción emocional personal, sino como una crítica pública en la que se atreve a actuar desde su preocupación contra la total insensibilidad de su contexto social.
Los imperios viven de la insensibilidad. Los imperios, en su militarismo, esperan insensibilidad ante el coste humano de la guerra. Las economías corporativas esperan ceguera ante el coste en términos de pobreza y explotación. Los gobiernos y las sociedades de dominación se esfuerzan por mantener intacto la insensibilidad. Jesús penetra la insensibilidad con su compasión y, con ella, da el primer paso al visibilizar la extraña anormalidad que se había convertido en algo habitual. Así, la compasión, que podría verse simplemente como una generosa buena voluntad, es en realidad una crítica al sistema, las fuerzas y las ideologías que producen el dolor. Jesús penetra en el dolor y finalmente lo encarna. [7]
Al final de su libro "Las lágrimas de las cosas", Richard Rohr identifica las características de quienes él llama "verdaderos profetas", quienes siguen los pasos de Jesús y los profetas hebreos.
Los profetas abrazan la religión como una forma de crear comunidades solidarias con la justicia y el sufrimiento.
Buscan dónde está el sufrimiento y van allí, tal como lo hizo Jesús.
Hablan de solidaridad con un solo Dios, lo que también implica unión con todo lo demás.
El profeta aprende a estar a favor y con, no en contra.
Están a favor de quienes sufren o son excluidos.
No se centran en el pecado, sino en el crecimiento, el cambio y la vida. Saben que los mejores maestros son la realidad misma y la creación.
No rechazan el camino del sacerdote; simplemente lo han superado por sí solos. [8]
6 Walter Brueggemann, The Prophetic Imagination, 40th anniv. ed. (Fortress Press, 2018), 81–82.
7 Brueggemann, Prophetic, 88–89.
8 Richard Rohr, The Tears of Things: Wisdom in an Age of Outrage (Convergent, 2025), 162–163.
Comentarios
Publicar un comentario