Resumen semana 17

Desapego   

                 

Resumen semana 17 

  

Desapego 

  

  23 de abril – 28 de abril de 2023 

  

   

  

Toda gran espiritualidad se trata de dejar ir. Nos entrena tanto en el desapego como en el apego: el desapego de lo transitorio para apegarnos a lo sustancial. —Richard Rohr 

  

Cada vez que nos sorprendemos siendo reactivos, cada vez que nos sorprendemos actuando como si el resultado de la situación tuviera la autoridad para señalar quiénes somos, respiremos profundamente y recordemos que no es cierto. —James Finley 

  

Los ascetas del desierto llamaron desapego a este proceso de avanzar hacia la libertad interior. El desapego permite una mayor experiencia directa de la Presencia Divina ya que el buscador está apegado a menos distracciones. —Laura Swan 

  

¡Tenemos que tener mucho cuidado de no apegarnos a la meta de desapegarnos! Respiremos profundamente y movámonos con las olas de los desdoblamientos de nosotros mismos. —James Finley 

  

Para cualquiera de nosotros, personas cómodas, el desapego suena como perder, pero en realidad se trata de acceder a un sentido más profundo y más amplio del yo, que ya está completo, satisfecho, y lleno de vida abundante. —Richard Rohr 

  

Dejar ir significa simplemente liberar los pensamientos e ideas a los que nuestra mente habitualmente se apega, incluidas las ideas de ayer y de mañana. Dejar ir no es difícil ni exigente. Debemos dejar que sea fácil y gradual. —Ángel Kyodo Williams 

  

   

  

   

  

   

  

Práctica semana 17 

  

Dejar ir y regresar 

  

   

  

La escritora y directora espiritual Caroline Oakes percibe la práctica contemplativa en el corazón del ritmo de ministerio de Jesús. Su ejemplo nos enseña a desapegarnos de nuestros juicios y expectativas para que regresemos a la presencia Divina: [14] 

  

Los relatos de los evangelios nos muestran que el mismo Jesús vivió esta práctica contemplativa, de orar más allá de las palabras, en la “habitación interior”, como él se aventura solo… a veces orando durante la noche…. 

  

La audiencia de los evangelistas, del primer siglo entendían inmediatamente que Jesús estaba intencional y consistentemente haciendo tiempo para estar "en" la poderosa y formadora Presencia Divina, como una forma de tomar conciencia y sintonizarse con el movimiento de lo Divino dentro y alrededor.… 

  

Cuando notamos los tiempos de renovación espiritual de Jesús intercalados como están a lo largo del arco de su ministeriodesde su enseñanza, curación y alimentación de los cuatro y cinco mil seguidores, hasta sus últimas palabras en la Última Cena, en Getsemaní, y en la cruz— notamos el patrón definitivo en la práctica de Jesús, como una especie de ritmo que va y viene. 

  

Hay una pausa continua para dejar ir (lo que los eruditos llaman kénosis o vaciamiento) los apegos egoístas, el miedo, el juicio o las expectativas y luego el regreso a la Presencia Divina una y otra vez. 

  

Dejar ir. 

  

Regresar. 

  

Dejar ir. 

Regresar.  

 

Y lo Divino es el foco unidireccional al que Jesús vuelve incesantemente en este ritmo de oración de pausa, liberación y retorno. Esta es la fórmula de Jesús para despertar, su fórmula para sí mismo y para sus seguidores... Es la costumbre de Jesús para profundizar la conciencia del alma y armonizar con nuestra esencia más íntima, la Divinidad interior. 

 

14 Caroline Oakes, Practice the Pause: Jesus’ Contemplative Practice, New Brain Science, and What It Means to Be Fully Human (Minneapolis, MN: Broadleaf Books, 2023), 33, 34. 

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