Resumen semana 52 — Mantener encendida la luz de Cristo
Nacemos en este mundo como la santa encarnación.
Santa Encarnación
Resumen semana 52 — Mantener encendida la luz de Cristo
La santa encarnación
22 de diciembre – 27 de diciembre de 2024
Creemos con valentía que la presencia de Dios se derramó en un solo ser humano, de modo que la humanidad y la divinidad pueden verse operando como una sola en él, ¡y por lo tanto en nosotros!
—Richard Rohr
¿Qué pasaría si, en lugar de hacer algo, fuéramos algo especial? Ser útero. Ser morada para Dios. Ser recogidos y ser sorprendidos.
—Loretta Ross-Gotta
Muéstranos el rostro del Cristo que era totalmente dependiente, que necesitaba ser sostenido, alimentado, lavado. Que necesitaba ser consolado y mecido para dormir. Si hemos de honrar lo divino en nosotros, que sea esta divinidad, plenamente encarnada, plenamente dignificada en el cuerpo. Amén.
—Cole Arthur Riley
La celebración de la Navidad no es exclusivamente una espera sentimental para que nazca un bebé. ¡Es mucho más una petición para que nazca la historia! No le hacemos ningún favor al evangelio cuando convertimos a Jesús, el Cristo Eterno, en un bebé perpetuo, que pide poca o ninguna respuesta adulta de nosotros.
—Richard Rohr
El Adviento no es la aceptación de la paz del status quo, sino una encarnación de la paz de Dios que vivimos en el mundo. Los pacificadores formados por el Adviento son aquellos que resisten al imperio, que practican la hospitalidad con los vecinos y que entran en solidaridad con Dios en la obra de liberación para todos.
—Kelly Nikondeha
El significado pleno y participativo de la Navidad es que este misterio universal de la encarnación divina también está destinado a nosotros y continúa en nosotros.
—Richard Rohr
Práctica semana 52
Mantengamos encendida la luz de Cristo
Sábado 28 de diciembre de 2024
La compañera espiritual y escritora Leslye Colvin sugiere cómo podemos seguir llevando el don de la encarnación más allá de la temporada navideña: [17]
Una vez más, hemos recorrido el tiempo de Adviento y hemos llegado al tiempo de Navidad. Reflexionamos sobre el viaje de María y José a Belén, donde estuvieron acompañados por la incertidumbre y lo inesperado. El nacimiento del Santo debe haber sido inefable para ellos en muchos sentidos. Aun así, sabían que este nacimiento profetizado y largamente esperado no era el fin de la incertidumbre o lo inesperado en sus vidas.
Dios le dio a la pareja la responsabilidad de amar y cuidar a este niño. María y José prepararon a Jesús para que creciera en su verdadera identidad, humana y divina. No fueron apartados de los desafíos de este mundo, pero seguramente su perspectiva y conocimiento se expandieron por la gracia de Dios. Al compartir un vínculo especial, encarnaron una profunda humildad y una fe valiente. ¿Cuántas veces debieron detenerse, prepararse y esperar para discernir la sabiduría de Dios a lo largo de los años?
Ahora, es nuestra responsabilidad. En medio de los desafíos del mundo, ¿cómo amamos y cuidamos a Cristo? Esta pregunta puede ser más desafiante si guardamos la alegría de esta temporada con adornos navideños o si descartamos el asombro de la Encarnación con el árbol de Navidad seco. Puede ser útil recordar que, a pesar de nuestras lujosas decoraciones y el tamaño de nuestro presupuesto navideño, ninguna de las dos refleja nuestra conexión viva con el Santo.
Si realmente deseamos celebrar la Encarnación, consideremos los caminos que nos llevan a buscar al Emmanuel, Dios está con nosotros, como una forma de vida. No necesitamos limitar nuestra atención al día de Navidad o la temporada navideña. La luz de Cristo siempre está encendida. Estamos seguros de verla cuando vivimos las Bienaventuranzas y nos encontramos con nuestros hermanos en los márgenes. Cuando lo hagamos, quizá nos sorprendamos al reconocer que durante todo ese tiempo fue la luz de Cristo la que nos guio hasta allí.
17 Leslye Colvin, Seeking Wisdom’s Light: Reflections for Advent and Christmas 2024 (Washington, DC: Pax Christi USA, 2024), 22–23. Used with permission.
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