Resumen Semana 45 — Bendecir a los demás
Vivir el Sermón de la Montaña
Resumen Semana 45 — Bendecir a los demás
Viviendo el Sermón del Monte
2 de noviembre – 7 de noviembre de 2025
Jesús nos guía hacia un nuevo ser por un nuevo camino, que es la transformación total de la conciencia, la visión del mundo, la motivación, las metas y las recompensas que caracterizan a quien ama y es amado por Dios. —Richard Rohr
Jesús enseñó una sabiduría alternativa que agita el orden social en lugar de defender la sabiduría convencional que lo mantiene.
—Richard Rohr
La mayoría de nosotros nos esforzamos mucho por evitar ir en la dirección de las Bienaventuranzas de Jesús. Leemos libros que prometen enriquecer nuestro espíritu. Buscamos todo tipo de maneras de mitigar nuestra tristeza. —Barbara Brown Taylor
No es ni la riqueza ni la pobreza lo que impide que la gente entre en el reino; es el orgullo.
—Clarence Jordan
Quizás todo lo que el mundo necesita es que seamos suficientes los que nos arriesguemos a creer y a poner en práctica las bienaventuranzas.
—Megan McKenna
Puedo oír a Jesús decir: «Manos a la obra para construir una sociedad humana para los seres humanos». El cristianismo no es pasivo, sino activo, enérgico, vivo, que va más allá de la desesperación.
—Elias Chacour
Práctica de la semana 45 — Bendecir a los demás
Sábado, 8 de noviembre de 2025
Cuando oímos que somos bendecidos, también deberíamos advertir un sentido de responsabilidad. Una bendición recibida, un talento otorgado, que si no se aprecia ni se usa, se desperdicia.
—Amy-Jill Levine, Sermón de la Montaña
Bienaventurados sois cuando os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros falsamente por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que los precedieron.
—Mateo 5:11
La estudiosa del Nuevo Testamento, Amy-Jill Levine, nos invita a reflexionar sobre la tentación de considerar las Bienaventuranzas solo como bendiciones para nosotros mismos, en lugar de ser una bendición para los demás. Haciendo referencia a Mateo 5:11, escribe: [10]
Sobre aquellos que sufren insultos y maldiciones por causa de Jesús o por ser cristianos, Jesús no se refiere a la supuesta guerra contra la Navidad, a las decoraciones navideñas en las tazas de café, ni a si en los centros comerciales se escuchan "Felices fiestas" en lugar de "Feliz Navidad". Esto no es persecución. Es respeto por quienes no se identifican como cristianos. La preocupación de Jesús es que se acoja a los extranjeros, no que se les abrume con adornos navideños. Él es consciente de quienes arriesgan su vida por vivir el Evangelio. En algunas partes del mundo, la práctica del cristianismo es ilegal, las iglesias son bombardeadas y los niños son acosados. Ser conscientes de esta persecución debería impulsar a sus seguidores a arriesgar su reputación para construir la paz cuando otros en sus vecindarios —aquellos que no tienen un árbol en la sala o luces junto a la puerta— son perseguidos por ser diferentes.
Podemos quedarnos con la frase «bienaventurados» resonando en nuestros oídos al escuchar las Bienaventuranzas. Podríamos intentar recitar las nueve (debería haber una regla mnemotécnica, pero aún no he escuchado ninguna que recuerde), pero quizás un mejor ejercicio sea continuar con el patrón y crear el nuestro propio. Bienaventurados los que cuidan de los enfermos o de los niños solitarios, bienaventurados los que acompañan a los moribundos por la noche, bienaventurados los que pueden cantar a Dios preguntando «¿A quién enviaré?» y pueden responder «Soy yo, Señor… Te he oído llamar en la noche». El camino es angosto y la travesía difícil, pero las bendiciones se encuentran en cada paso adelante.
10 Amy-Jill Levine, Sermon on the Mount: A Beginner's Guide to the Kingdom of Heaven (Abingdon Press, 2020), 21–22.

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